A CINCO MIL GOLPES POR SEGUNDO

"He estudiado
con detenimiento
la anatomía del instante,
la fragilidad
con que desembocan
las palabras
en el acantilado
imposible
de la luz,
el despertar
de los labios
embalsamados
en palabras
inertes,
la dulce melodía
del adiós
que suena
a reencuentro,
las sonrisas
que juegan
a ser carmín
de otros labios,
las miradas
con duende
y los duendes
que se encargan
de que no mueran
oxidadas.

He estudiado
con riguroso cuidado
el camino que describen
los besos
que nunca nadie
se atrevió a dar,
las caricias
que retan al tiempo
para convertirse
en eternas,
los corazones
que se esconden
detrás de sus propios
sentimientos,
los silencios
que hablan
sin labios
y los labios
que se mueren
por besar
otras bocas,
por estrenar
otros tactos,
por inventar
nuevas rutinas
y vivir
a cinco mil
golpes
por segundo"