"Nunca la palabra fue tan aguda,
ni el beso tan escuálido.
Nunca el tiempo tan voraz.
Nunca la piel opuso tanta resistencia
ni el beso tan escuálido.
Nunca el tiempo tan voraz.
Nunca la piel opuso tanta resistencia
al tacto,
ni mi corazón a la necesidad.
Nunca nada hubiese sido suficiente,
tampoco todo, hubiera sido real.
Siempre seré ese pétalo
que desdibuja el horizonte,
adosado a la vala que decapita el tiempo.
Siempre seré la incógnita que habita
los puntos suspensivos de todos mis poemas.
Siempre.
Nunca.
Quizás"
ni mi corazón a la necesidad.
Nunca nada hubiese sido suficiente,
tampoco todo, hubiera sido real.
Siempre seré ese pétalo
que desdibuja el horizonte,
adosado a la vala que decapita el tiempo.
Siempre seré la incógnita que habita
los puntos suspensivos de todos mis poemas.
Siempre.
Nunca.
Quizás"
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