"Te convertiste
en el catalizador
de mis emociones.
En esa sustancia
capaz de transformar
mis latidos
en océanos de amor.
Y así
fui enamorándome
de tus besos
de amapola,
de esas palabras
dulces
-que yo imaginaba-
descolgándose traviesas
a través de mi tímpano
para desembocar
en el latir acantilado
de mi corazón.
Y así
me enamoré
de tus labios,
volcanes
erupcionadores
de sentimientos,
provocadores
de seísmos
psíquicos,
con sólo rozar
el aire
que nos separaba
de la posibilidad"
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