SÁBANAS NEGRAS


"Tu siempre
dirás lo mismo,
que tampoco yo
supe quererte,
tampoco yo.

Esa que te regaló
sus labios

cada noche,

labios libres
como los sentimientos

que yo buscaba
en tu anatomía,

labios repletos
de be(r)sos,
labios perfectos;
plagados de bocas
sin dientes,
de caricias
de amapola

y mariposas
de carmín.


Esa que se desgastaba
sin ni siquiera
rozarte

en la tibieza

de aquellas sábanas
negras

que siempre odié
porque auguraban

el futuro
de nuestra simiente.

Negro,

así se tornó

nuestro destino,
se puso el antifaz
con ese autoritarismo
con que actúa
-casi siempre-
el corazón
y fue estrangulándonos

los sentimientos,
uno a uno,
hasta dejarnos

vacíos de cariño
y sin un lugar posible

para el amor.

Y
amanecimos muertos
entre aquellas sábanas

de raso y miel

-de abejas asesinas-,

muertos,
con el corazón
en los huesos,
la piel entumecida
por los golpes
de la razón
y las alas cansadas
de tanto batir
contra el dolor.

Muertos
como el retrato
inerte
de la Frida
Kahlo
-y lohka-
más ausente"

1 comentario:

Anónimo dijo...

ummmm, ¡que suerte que te pinte Frida!
Mua linda!!
Beltxu