"He vuelto
a tropezarme
con la sonrisa
de esos ojos
de horizonte
acantilados
por la luz del mar.
Eran ellos,
paisajes desiertos
del mañana
que sin embargo
se resistían
a continuar.
Eran pues,
presentes
condenados al hoy,
al ahora,
al aquí te pillo
aquí te mato,
sanguijuelas
ambrientas
de sangre
y eternidad.
Esos ojos
que amordazan
los instintos
y atenúan
el amor propio,
esos ojos
que cristalizan
el tiempo
y mueren
por miedo
a soñar"
a tropezarme
con la sonrisa
de esos ojos
de horizonte
acantilados
por la luz del mar.
Eran ellos,
paisajes desiertos
del mañana
que sin embargo
se resistían
a continuar.
Eran pues,
presentes
condenados al hoy,
al ahora,
al aquí te pillo
aquí te mato,
sanguijuelas
ambrientas
de sangre
y eternidad.
Esos ojos
que amordazan
los instintos
y atenúan
el amor propio,
esos ojos
que cristalizan
el tiempo
y mueren
por miedo
a soñar"
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