NAUFRAGIO EN EL MISMO CAFÉ


"El desayuno
en sus labios
siempre sabe
a miel.

Hoy también
he sentido
ese pellizco
debajo de la piel
al despertar
al lado
de su recuerdo.

Saben a miel,
a pesar incluso
de la distancia
que separa
nuestras tazas.

Debí detenerme
antes del impacto,
antes de cruzar
esa línea divisoria
que dinamita
los sentimientos.

Ahora la miel
se vuelve amarga.

Vuelvo al desayuno
sin ti
y a intentar
olvidarme
de las mañanas
en las que
nuestros barcos
naufragaban
en el mismo
café"

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