"Mi sonrisa
se inscribe
en el ángulo opuesto
a la radicalidad
de tu tristeza.
Lo intenté,
¿sabes?,
pero el silencio
carcelario
al que sumiste
tu existencia
detonó
la soledad
que alimenta
nuestros corazones.
La ausencia de voz
se vuelve grito
en la garganta
del dolor.
Cuervo de asfalto
con alas de cemento.
He desconectado
el reloj
que nos regala
las horas,
- lo he hecho-
porque necesitaba
desenhebrar
ese último suspiro
que la vida
había olvidado
entre nuestros labios.
Ahora soy
sin necesidad
de ti.
Ahora vuelvo
a vivir
aunque la muerte
me haya lapidado
el cerebro"
se inscribe
en el ángulo opuesto
a la radicalidad
de tu tristeza.
Lo intenté,
¿sabes?,
pero el silencio
carcelario
al que sumiste
tu existencia
detonó
la soledad
que alimenta
nuestros corazones.
La ausencia de voz
se vuelve grito
en la garganta
del dolor.
Cuervo de asfalto
con alas de cemento.
He desconectado
el reloj
que nos regala
las horas,
- lo he hecho-
porque necesitaba
desenhebrar
ese último suspiro
que la vida
había olvidado
entre nuestros labios.
Ahora soy
sin necesidad
de ti.
Ahora vuelvo
a vivir
aunque la muerte
me haya lapidado
el cerebro"
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