"Las tres cosas, las tres, son necesarias
para equilibrar la angustia de lo perecedero.
El mástil del órgano que bombea la VIDA,
las rejas tras que se duermen nuestros miedos
y el tiempo que nos cede la muerte para desistir.
Los años siempre restan aunque nos empeñemos en sumarlos.
Las matemáticas resultan imposibles
cuando el vacío es el único espacio posible en medio de la nada.
Somos nada y en todo nos convertiremos cuando la DIVA se canse de existir.
Capuletos y Montescos de poca monta,
argumentando noches de ojos vagos e ingráVIDA nocturnidad.
Néctar alquitranado por la ley seca de los bares sordos.
Moriremos antes si somos otros,
si nos encharcamos en el óleo nube amapola de teflón.
Vivir es sólo cuestión de poesía.
Sólo la consciencia, el saberse vivo y complejo,
nos hace presentes y eternos"
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