"Tenían los ojos púrpura.
Todo se reflejaba en sus pupilas
excepto la luz.
Querían mi piel
y yo me arranqué
los labios.
Empecé a sangrar palabras.
Verbos descosidos.
Hasta quedarme
sin voz.
Desde entonces
ejerzo este derecho
a la expresión
que me ofrece
la POESÍA,
para volar las cabezas
de los que me robaron
la dicción,
sin derramar
una sóla gota
de tinta"
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