"Me sedujo
desde el momento
en que desembuchó
su P-ALABRA.
Aquellos labios,
todavía calientes,
emanaban un humo
de retórica imposible.
Gatilleó con su lengua
el primer be(r)so,
que se fundió
-literalmente-
en mi piel.
Así surgió la POESÍA,
entre nuestras voces.
De aquel encuentro fortuito
en el que sus palabras
colisionaron con mis labios
para concedernos,
sin cobertura,
el ancho y largo
de la eternidad"
desde el momento
en que desembuchó
su P-ALABRA.
Aquellos labios,
todavía calientes,
emanaban un humo
de retórica imposible.
Gatilleó con su lengua
el primer be(r)so,
que se fundió
-literalmente-
en mi piel.
Así surgió la POESÍA,
entre nuestras voces.
De aquel encuentro fortuito
en el que sus palabras
colisionaron con mis labios
para concedernos,
sin cobertura,
el ancho y largo
de la eternidad"
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