"¡¡¡Bájate del horizonte!!!- me dijo-
mientras sujetaba con decisión
aquella pértiga invisible.
Sólo eres pájaro sobre el papel.
Sin tinta, la piel se vuelve escama
y el vértigo palpable.
Déjame quererte a ras de suelo.
Desde aquí las nubes adquieren formas infinitas.
Sentiremos juntos el peso del oxígeno.
Enfermaremos de amor.
Yo tengo el antídoto
para salvarte de la muerte"
*Desconocía el riesgo del amor, en mis labios.
Y que no existe cura, para tal enfermedad.
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