CALECCIONANDO CORAZONES

Ultimamente colecciono CORAZONES.

Pero no corazones cualquiera sino corazones especiales.

Los busco, por ahí, en cualquier lugar. A veces, los corazones se esconden, por miedo a llorar. Pero yo, que soy experta en esto del AMOR, se donde buscar.

Miro y veo, o mejor dicho, miro y deseo encontrar y así, ENCUENTRO!

Es bonito saber dirigir la mirada para ver lo que deseas ver. De eso hablaba mi buen amigo ROTARIO en su blog. Y yo estoy totalmente de acuerdo.

Hace unos días fotografié en la calle dos corazones, para la mayoría invisibles, pero no para mí.

Uno estaba escondido entre los adoquines de la plaza del Ayuntamiento de Iruña y el otro, en una especie de red que cerraba el paso a los peatones en una calle contigua.

Pobrecillos pensé! A tan poco tiempo de los San Fermines, ¿no podríais haberos escondido en algún otro lugar?
A ti...CORAZÓN ADOQUINADO, te pisarán hasta la saciedad y a ti CORAZÓN ENREJADO, te destrozarán.

Caminé cabizbaja durante unos metros, después comprendí que cada uno decide como quiere vivir y otros incluso, como morir.