SANTIAGO, UN SUEÑO Y UNA REALIDAD


Encerrada entre cuatro paredes, busco entre mis recuerdos, la cara oculta de mis sueños.

Desde que estoy en Santiago duermo como una niña. Me acuesto pronto y me levanto temprano, fiel a mis instintos y a mi filosofía.

La luz me da vida y me hace sentir que empieza un nuevo día.

Pero echo de menos soñar, o por lo menos recordar lo que he soñado.

Me gusta recordar los sueños como parcelas de un tiempo muerto, en el que vivimos apasionadamente aquello que quizás no pudimos.

Los sueños son parte de nuestra memoria pero también parte de nuestro imaginario, por eso son tan mágicos y extraños.

Santiago se me antoja un sueño, un sueño hecho realidad en el que entre vivir y soñar apenas existen diferencias.

3 comentarios:

J. dijo...

Echo de menos soñar o recordar al menos lo que he soñado.


Otra vez me recuerdas Ojos de Perro Azul.

No se pueden dejar escapar los sueños. Muchos hay que hacerlos realidad.

Anónimo dijo...

yo lo titularía "leire, un sueño y una realidad"

Jack

Alacran... es mi naturaleza... dijo...

Los sueños avanzan desde nuestras quimeras hasta nuestra realidad... solo debemos decidir si abriremos nuestras puertas para que nos desordenen la vida, o preferimos la comodidad de la eterna inercia.

Te robare la imagen de Santiago.

Un beso.