Para mi los aeropuertos son lugares-NO LUGARES, donde la gente está siempre de paso.
Espacios ATEMPORALES, dónde el tiempo se detiene, y se vuelve tan monótono que parece no pasar.
Son como una especie de ruptura entre dos mundos, el de partida y el de llegada, que a su vez actúa de paréntesis y pasarela entre ambos.
Son lugares dónde suceden historias, alegres, tristes y lökäs.
3 comentarios:
Lugares de inicio y de fin, puertas, personas, nostalgias, amores, despedidas, reencuentros....
lugares donde el humano se vuelve humano, donde recuerda y donde nacen esperanzas.
Cuando piso un aeropuerto me viene siempre esa canción que ya copié aquí, El camino de regreso, de Ismael Serrano.
Los rostros en los aeropuertos son extraños a sí mismos y, aunque suene tópico, sobre todo las miradas, siempre enrarecidas; también los gestos -incluso los que pretenden demostrar seguridad- el tono de voz. Está sucediendo algo. Ese teatro, la vida en suspenso.
Quisiera ser Sophie Calle en un aeropuerto.
Publicar un comentario