PEQUEÑA HORMIGA DE SAL


"Lo deslicé
con sumo cuidado,
para no derramar
el tacto de su boca
sobre tu piel.

Parecía humano.

Era de un susurro dulce,
felizmente inacabado,
de ojos capaces de iluminar
abismos y
labios deshabitados,
profundos y
llenos de abrazos.

Hablaba en un lenguaje
áspero,
con palabras oxidadas
y condenadas al olvido
que entre sus muecas
se desgastaban
en paladares de alivio.

No podría estimar su edad,
todavía me pregunto
si la tendría,
pequeña hormiga de sal,
sepultada en la ciudad
de las mil ruinas"

*La foto: en DUBLIN.

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