"Se querían
y se notaba.
Los 200 años
de amor compartido
vibraban
entre las cuerdas
vocales
-suspendidas-
de aquel café
que unía
sus gargantas.
Estaban ellos
sólo ellos
y el amor.
No existía distancia
entre la piel descarnada
de aquellos dos
corazones.
La pasión tiene
la capacidad
de sentimentalizar
la materia
la materia
hasta desintegrarla.
Entonces,
sólo entonces,
todo tiene sentido,
incluido
el amor"
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