LO EXTRAÑO DE PENSAR




Pienso a menudo en lo extraño de pensar. ¿Por qué pensamos en lo que pensamos? Es decir, ¿por qué nos pasan por la cabeza cosas tan diferentes a unos y a otros? ¿Por qué un mismo pensamiento puede ser tan diferente dependiendo de su ubicación craneal?

Pienso en eso cuando viajo en el bus, cuando me siento en un banco a ver la gente pasar, cuando me doy cuenta de que somos tantos y tantos; y tan diferentes.

Me gusta mirar a la gente e imaginar quienes serán, que harán, cómo vivirán, incluso que imaginarán o pensarán en ese momento en el que yo pienso en ellos sin siquiera conocerlos y sin siquiera saber que yo les pienso.

Imagino historias en las que sus personajes son como a mi me gustaría que fueran o cómo percibo que podrían ser.

Es curioso pensar en todo eso, cuando ni siquiera los conoces pero todavía es más curioso sentir incluso que los conoces sin haber hablado nunca con ellos.

A veces establezco una conexión tal, que siento éso, cómo si alguna vez hubiesen formado parte de mi vida.

Imagino historias de gente normal que de repente se convierten en super héroes, en personajes populares que pasan desapercibidos porque nadie los conoce excepto yo, en personas que no existen, pero merece la pena inventar. Historias de gente, que como llegan a mi mente.... se van.

1 comentario:

J. dijo...

El autobús de Mutilva siempre baja lleno, sobretodo desde que la última parada es el centro comercial de la Morea. Hace ya diez años que soy asiduo de la línea 17 y, en todo este tiempo, he visto como se transformaban cientos de rostros que, poco a poco, han ido desapareciendo. A veces, imagino las vidas posibles de aquellas miradas, las geografías inhabitadas de los que ya no están.

Creo que es momento de comprar coche.